Comencemos aclarando el concepto de yoga, actualmente cuando se habla de yoga en un sentido amplio, por lo general se está haciendo referencia a un aspecto bastante específico de la tradición yóguica: la práctica de posturas (asanas, que es su nombre en sánscrito). Dentro del amplio abanico de elementos que conforman este sistema filosófico y científico, la práctica más física osea de posturas, secuencias, respiración, limpiezas y mudras, tiene un nombre particular: Hatha yoga.

 

Así pues la parte física es conocida desde la tradición yóguica como Hatha yoga, sin embargo como es esta parte (la más física) la que más se ha extendido en occidente, a partir de ella se han desarrollados diversos estilos y formas de realizarlo, como por ejemplo: Yoga Iyengar, Yoga Asthanga, Kundalini Yoga, Yin Yoga, Bikram Yoga y muchos más. Si bien cada uno de estos estilos puede tener diferentes enfoques o planteamientos, todos tienen en común las mismas bases del Hatha Yoga, concentrando la atención en esa unión de cuerpo-mente-espíritu por medio de los asanas, pranayamas, meditación.

 

Lo que conocemos actualmente como Hatha yoga, es la forma más clásica de practicar el yoga físico, además de ser uno de los métodos más difundido en todo el mundo. Así pues, en su forma más clásica es un estilo "suave" (si lo comparamos con otros estilos de práctica). Está caracterizado por una suave transición entre una asana y la siguiente. Gestionando en todo momento la respiración y la capacidad de permanecer en estado meditativo durante el transcurso de la práctica. Aunque claro depende mucho del profesor, así que lo mejor es probarlo: Te invitamos a conocer como desarrollamos nosotros esta práctica.